Americans across the political spectrum are increasingly alarmed that the ‘system’ is ‘rigged — that it no longer resembles the constitutional republic of a democratic bent that our iconic Founders and Framers had in mind. (Indeed, people across the globe are alarmed that the open societies in which they live are at critical crossroads, and in danger of closing up.)
‘The people’ by and large fret that the system keeps them from fully participating in the civic sphere, in a way that prevents their voices from being heeded and heard and incorporated — when it’s supposed to facilitate and encourage their participation.
If so, how can we ‘unrig’ it? (Does it even need unrigging?)
Our inquiries on a wide array of themes that have to do with how to maintain and evolve open societies are grounded in a tried and test version of the Socratic Method — see http://www.philosopher.org/Socratic_Method.html — that we’ve developed and honed over the last 21 years.
They feature thoughtful, methodical, rigorous, politically-tinged philosophical and practical explorations of how to resuscitate and evolve our constitutional republic in ways that make it more genuinely inclusive, open and vibrant — more democratic, in a word.
Democracy Cafe is open to anyone and everyone.
All we ask is that you not only pitch in with your own impassioned and well-considered views — sharing what you think and why you think what you think — but that you give equal consideration, listening with all your heart and mind and might, to the views of others as well.
We seek to adhere to Thomas Jefferson’s ethos in our inquiries — that one “cannot have his way in all things” when engaged in democratic deliberations, but must “acquiesce on seeing that of others preponderate at other times.” Indeed, “(w)ithout this mutual disposition,” Jefferson asserted shortly after he became president — at a time when deep political rifts already were developing among Americans — “we are disjointed individuals, but not a society.”
Only then, he believed, can we discover impactful solutions as we strive together to chart a way forward that brings the promise of our constitution republic into greater alignment with actual practice.
Some of the issues we have and will continue to look at include:
Freedom versus Security: Which is more important, or are both important equally? And which types of freedom, and security, should we most prize?
A ‘rigged primary system’ that, in the case of the Democratic Party, as Wikileaks revealed, made it nigh impossible for Bernie Sanders ever to gain the nomination.
Rigged news: The fact that we often are deliberate recipients not only of fake news, but of misinformation, and by those we trust to give us a plethora of ‘the facts’ – check this disturbing article out.
The idea and aim is to explore how we can ‘unrig’ our system in ways that make it possible for all to contribute, to be heeded and heard, in the civic sphere.
The ultimate purpose of our Democracy Cafe inquiries is better to enable and inspire everyone involved to make the most of their mortal moment, on individual scales but also in its entirety as an open society — in order to achieve what the Greeks of old called arête, a unique form of all-around excellence in which duty to self and duty to others goes hand in glove.
Ultimately, we better learn together how to ask and answer the crucial questions about how one should live.
We seek to bring a great many perspectives into our inquiries, and rather than debate, we inquire and explore, methodically and rigorously, in order to discover kinds of common ground that can propel a plurality of concerned actual and aspiring citizens to take concerted action to unrig our system.
Other key elements:
1) The first is an element in which we use Socratic inquiry to delve into issues that touch upon the nature and future of democracy (or democracies, and open societies in general). Any question that has the potential to do that, in both a timely and timeless way, is good grist for a Democracy Cafe inquiry. Questions of the sort that Tocqueville sought to answer.
2) There is an activist element to this initiative — meaning, the questions explored hopefully will serve as a platform that inspires participants to experiment with concrete initiatives aimed at advancing more vibrant and open societies, in the U.S. and abroad. In the case of the U.S, some principal efforts will be aimed at making our constitutional republic all it can be (which can both spring from and lead to vigorous exchanges on whether we should still strive to achieve the vision of our founders — and what that vision (or visions) amounts to — or whether we should strike out on our own in paths that they’d never have considered.
Other kinds of questions we explore at a Democracy Cafe:
What is the proper, or ideal, role of police in a free society?
How do we make ours genuinely a government of, by and for the people? Can we achieve this?
How might we most effectively deal with crises — e..g., Ebola, the BP spill, the growing water shortage, hurricanes like Sandy and Katrina — in an open society?
Should there ever be limits to freedom of expression?
What role might the humanities play in evolving open societies?
Café democracia – un sistema sin manipular
Café Democracia ofrece exploraciones filosóficas y prácticas reflexivas, rigurosas y políticamente teñidas de cómo resucitar y hacer evolucionar nuestra república constitucional de una manera que la haga más genuinamente inclusiva, abierta y vibrante – es decir, más democrática.
Abiertas para todo el mundo.
Todo lo que pedimos es que no sólo contribuyas tus opiniones apasionadas y bien pensadas, compartiendo no sólo lo que piensas, sino también por qué piensas lo que piensas, sino que además pongas igual consideración, escuchando con todo tu corazón y mente y esfuerzo, las opiniones de los demás.
Y que te adhieras lo mejor que puedas, a la visión de Thomas Jefferson -un ethos en el centro de nuestras indagaciones- de que uno “no puede salirse con las suyas en todo” cuando participa en deliberaciones democráticas, sino que debe “aceptar y ver que otros preponderen en otras ocasiones”. De hecho, Jefferson afirmó poco después de convertirse en presidente -en una época en la que ya se estaban desarrollando profundas divisiones políticas entre los estadounidenses-, que los Americanos “somos individuos desarticulados, pero no una sociedad “.
Sólo entonces podremos descubrir y forjar un terreno común poco común.
Tanto los actuales como los aspirantes a ser ciudadanos estadounidenses, a través del espectro político y filosófico, creen cada vez más que “el sistema” está manipulado no sólo contra ellos sino contra nuestra república constitucional. La gran mayoría de los estadounidenses creen que los fundadores y autores de ésta nación, encontrarían el sistema actual irreconocible. Este se ha desviado mucho del espíritu e ideales de la independencia del año 1776, y de la forma que ahora es cada vez más íntima de representación y participación que ellos imaginaron para nuestra república.
La gente en general no se preocupa por un sistema “manipulado” en la forma en que nuestro Presidente y otros para su propio auto-engrandecimiento se lamentan y se quejan de una manera desgraciada y a veces demagógica, sino que se preocupan de que el sistema esté arreglado de tal manera que les impida participar plenamente en la esfera cívica, que evite que sus voces sean escuchadas e incorporadas.
Algunos de los problemas que tenemos y seguiremos considerando son:
Libertad versus Seguridad – qué es más importante (y qué tipos son más importantes, y qué tipos dañinos) en una sociedad abierta (parte de esto, vamos a ver si los esfuerzos como la construcción de un muro con México y el aumento de deportaciones de inmigrantes indocumentados, mejoran o dañan nuestra democracia, o si es una bolsa mixta, y si hacen que nuestro país esté más o menos seguro (y qué dice la Constitución al respecto)?
Nuestra relación con otras naciones poderosas como Rusia – ¿Se debe mirar esto a través de un prisma más complejo, matizado e histórico que normalmente es, y hay una manera de hacerlo menos divisivo y más cooperativo sin cooptar la democracia, y de hecho de una manera que pueda cultivar una sociedad más abierta?
El costo exorbitante de la educación y la asistencia sanitaria en los EE.UU. en comparación con otros países desarrollados, y su impacto en la democracia (aquí hay un enlace a una publicación de FB sobre la atención de la salud en Japón).
Un sistema discutiblemente “aparejado” que, por ejemplo, en el caso del Partido Demócrata, hizo prácticamente imposible que Bernie Sanders alguna vez ganara el nombramiento.
El hecho de que a menudo somos receptores deliberados no sólo de noticias falsas, sino de información errónea, y por aquellos en los que confiamos para darnos una plétora de “los hechos” – revise éste artículo inquietante.
La idea y el objetivo es explorar cómo podemos “unir” nuestro sistema de manera que todos puedan contribuir, ser tomados en cuenta y escuchados en la esfera cívica.
El objetivo fundamental de las indagaciones interactivas del Café de la Democracia es ayudar e inspirar a todos los involucrados a aprender a sacar el máximo provecho de su momento mortal, a escalas individuales, pero también como una sociedad abierta – para lograr lo que los griegos de antaño llamaron arête, una forma única de excelencia general en la que el deber a sí mismo y el deber hacia los demás van de la mano.
Cuando la democracia de la polis griega estaba en su máximo florecimiento, los tipos de auto-engrandecimiento que existe hoy en día, no existían. En última instancia, aprendemos mejor juntos cómo hacer y responder a las preguntas cruciales sobre cómo uno debe vivir.
En contrapunto a un popular programa popular de radio pública como Democracy Now, que está dirigido comprensiblemente a un grupo muy específico y putativamente progresista, nosotros buscamos presentar muchas más perspectivas a nuestras indagaciones, y en lugar de debatir, buscamos investigar y explorar , metódica y rigurosamente, con el fin de descubrir lo que tenemos en común, que pueda impulsar a una pluralidad de aspirantes a ciudadanos y ciudadanos actuales preocupados, a tomar acciones en conjunto.
Elementos clave:
El primero es un elemento en el que utilizamos la investigación socrática para profundizar en cuestiones que afectan a la naturaleza y al futuro de la democracia (o de las democracias y sociedades abiertas en general). Cualquier pregunta que tenga el potencial de hacer eso, de una manera oportuna e intemporal, es buena para una investigación de Café Democracia. Cuestiones del tipo que Tocqueville buscaba
Hay un elemento activista en esta iniciativa, lo que significa que las preguntas exploradas servirán como una plataforma que inspire a los participantes a experimentar con iniciativas concretas dirigidas a promover sociedades más vibrantes y abiertas en los Estados Unidos y en el extranjero. En el caso de los Estados Unidos, algunos de los esfuerzos principales estarán encaminados a hacer de nuestra república constitucional todo lo que puede ser (que puede tanto surgir como conducir a intercambios enérgicos sobre si todavía debemos esforzarnos por lograr la visión de nuestros fundadores y a lo que esa visión (o visiones) equivalen – o si deberíamos ir por nuestra cuenta en caminos que nunca habían sido considerado.
Otras clases de preguntas que exploramos en un Café Democracia son: ¿Cuál es el rol apropiado o ideal de la policía en una sociedad libre? ¿Cómo podemos hacer que nuestro gobierno sea verdaderamente un gobierno de, por y para el pueblo? ¿Podemos lograr esto? ¿Cómo podemos enfrentar con mayor eficacia las crisis – e..g., Ebola, el derrame BP, la creciente escasez de agua , huracanes como Sandy y Katrina – en una sociedad abierta? ¿Deberían existir límites a la libertad de expresión? ¿Qué papel podrían desempeñar las humanidades en las sociedades abiertas?